miércoles, 6 de octubre de 2010

Presentación

Un blog. Otro más. Es como la Blackberry, ya no es exclusivo. Ya lo tiene todo el mundo. Lo tiene incluso el que piensa que va a hacerse famoso ejerciendo el pseudoperiodismo, el que disfruta más recibiendo halagos que escribiendo en él. Yo, en cambio, sé que mis lectores más fieles serán mi madre (un beso mamá) y mi novia, no tanto por devoción como por obligación.

¿Y de qué escribe uno cuando crea un blog? Pues de lo que le sale de los cojones. Ahí radica su grandeza, que puedes escribir lo que quieras, incluso cojones. Otra cosa es que le interese a alguien. Porque crear un blog es todo un ejercicio de egocentrismo, es pensar que hay gente que seguro leerá lo que escribas. ¿O acaso alguien lo hace sin intención de ser leído? En ese caso, amigo mío, eres un tanto raro. Por no decir imbécil.

Alguna vez leí que cuando se empieza un blog hay que escribir una presentación. Imagino que como excusa para ir soltándose, que esto de entrar de golpe dando palos puede causar algo de reparo. Pues bien, hete aquí. Intentaré no desviarme mucho del tema, que no es otro que mostrar pacíficamente mi malestar con la clase política de nuestro bendito país. Porque mostrarlo de forma beligerante está penado, que si no se iba a enterar más de uno.

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