Ahí va el titular: "Las empresas con mujeres directivas tendrán preferencia en los contratos públicos". Bien mirado, puede ser una nueva técnica encubierta de adjudicación a dedo, pero se pueden sacar diferentes conclusiones. Por ejemplo, cuando Manuel Chaves adjudicó a la empresa de su hija el contrato millonario pagado con nuestros impuestos, ¿lo hizo porque era una mujer? Supongo que si la empresa hubiera sido de su hijo no lo habría hecho, claro está.
La mano que mece la cuna aquí está clara. Bibiana siempre ha sido la debilidad del ex presidente de la Junta de Andalucía, y nunca lo ha ocultado. Todo lo contrario. Se ha jactado una y otra vez de haber sido erigida adalid de un feminismo que nadie, salvo su guardia de corps, ha reclamado jamás. Sencillamente porque abandera causas perdidas. Ahora, gracias a este anuncio, las empresas no tardarán ni cinco minutos en nombrar a alguna mujer como nueva directiva. Y lo peor estas nuevas directivas saben que su nombramiento responde a intereses económicos, y que aquí sus méritos se los pasan por el forro de la falda. Perdón, o del pantalón, no vayan a tacharme de machista-fascista-opresor-tirano.
Y mientras tanto las miembras del PSOE calladitas como putas, que con los bailes que pega el cuaderno azul de Zapatero cualquiera saca los pies del plato. Eso sí, después de la última remodelación ministerial hay más ministros que ministras. ¡Sorpresa! ¿Y la paridad Bibiana?
