miércoles, 29 de diciembre de 2010

Y el expulsado de Gran Hermano es... CNN +

Vaya por delante que el inmiscuirse en la vida de los demás siempre me ha parecido algo deleznable. Pero hacerlo en la vida de desconocidos cuyo coeficiente intelectual roza el retraso mental debería estar penado con cárcel. Pues ahora, para rematar la faena, nuestros amigos de Prisa, tras vender su alma al diablo, se cargan un canal de noticias como CNN + para dejar paso, agárrense, a otro donde se emiten 24 horas de Gran Hermano en directo.

Reconozco el mérito de los individuos que concursan en el programa. Van a conseguir, sin haberla doblado en su vida, hacerse un hueco en el casposo mundo del marujeo, cuando la mayoría de los mortales necesitamos muchas horas de trabajo y muchos madrugones para poder ganar lo mismo que ellos por ir a insultarse a un conciliábulo de imbéciles.

Comprendo que la pela es la pela, que Coca Cola prefiere que sus anuncios los vean los millones (sí, millones, que tiene delito) de espectadores del programa bazofia antes que el pequeño sector de población que prefiere saber si se ha aprobado un nuevo Decreto en el Parlamento. Y lo más curioso es que puede que tras la aprobación del ese Decreto los espectadores de Gran Hermano no tengan ni para comprar Coca Cola.   

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El chantaje vuelve a casa por Navidad

Ya estaban tardando. Nuestros queridos pilotos ya han anunciado su intención de joder las vacaciones de Navidad a miles de personas. Es la cantinela de siempre, y eso es precisamente lo grave, que siempre es igual. El que no tiene pensado viajar dirá que no se ceda ante el chantaje. El que tenga un billete comprado, que se negocie. Y en España, como somos expertos en bajarnos los pantalones, daremos nuestro maltrecho brazo a torcer.

Ya sea un pirata somalí, un taxista en Feria o el que limpia los mosquitos del parabrisas del AVE en Semana Santa, aquí todos nos toman por el pito del sereno. No sé a ustedes, pero a mí se me queda cara de gilipollas cuando veo que un controlador aéreo, que gana lo que gana, no permite que un tío de Bolivia, que trabaja 15 horas al día por 600 euros al mes, pueda ir a ver a su familia en Nochebuena.  

España necesita una ley de huelga, porque el resultado será el que ya conocemos todos: ellos ganan, nosotros perdemos. Porque cederemos. Es entonces cuando me acuerdo de Miguel Ángel Blanco, y de cómo en esa ocasión no se cedió al chantaje, aunque ello supusiera que al concejal le pegaran dos cobardes tiros por la espalda.