miércoles, 6 de febrero de 2013

Pulso a Lipasam

Puede que me equivoque, pero estoy convencido de que muchas, muchísimas personas, estarán de acuerdo con mi opinión: no se puede ceder al chantaje de Lipasam. Bajo ningún concepto. Aún cuando las calles estén hasta arriba de mierda, no podemos agachar la cabeza y dejar que unos cuantos puedan con una ciudad entera. Leo y escucho las reivindicaciones de los barrenderos, y me da la risa. Se quejan de bajada de sueldos y de tener que trabajar media hora más cada día... como le pasa a media España (porque la otra media no trabaja). ¿Si a mí me bajan el sueldo, tengo derecho a pagarla con los que no tienen la culpa? ¿Puedo, por ejemplo, plantar mi coche en medio de una avenida y cortar el tráfico, porque estoy indignado? Pues no, no puedo, porque se me caería el pelo. La gente sabe perfectamente cuáles son las condiciones de trabajo de los empleados de Lipasam: sueldos muy por encima de la media, trabajo estable, puestos que en muchos casos se han heredado de padres a hijos y lo mejor, una paga extra por no faltar más de 34 días al trabajo... espectacular. ¿Y se quejan porque se les baje lo mismo que al resto de funcionarios, y por trabajar media hora más? Si no están conformes, que dejen paso a los cientos de miles de personas que harían mismo que ellos con los ojos cerrados, ganando la mitad y dando gracias. La situación en la que nos encontramos nos obliga, nos guste o no, a olvidarnos de los convenios laborales y a actuar con sentido común. Por supuesto que es injusto, pero tampoco es justo que paguemos los de a pie, y me niego a creer que en este caso concreto ellos son las víctimas. Las víctimas somos los que vemos cómo se cargan la ciudad, cómo logran que salgamos en medios de comunicación de medio mundo como si fuéramos una República bananera y cómo se ahuyenta al turismo de bares, restaurantes y hoteles por la basura. Si el Ayuntamiento cede le estará haciendo un flaco favor a Sevilla, porque tras los barrenderos vendrán Tussam con sus estudiadas huelgas justo antes de Feria o los taxistas colapsando las calles en plena Semana Santa. Con mi voto, no.